miércoles, 30 de marzo de 2016

EL ISLAM

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UBICACIÒN GEOGRÀFICA


Los Árabes, se desarrollaron en la región central de la península Arábiga, siendo un pueblo de origen semítico. Rodeados del mar rojo. Océano Índico y el Golfo Pérsico. Era una región de escasos recursos, lo que los induce a llevar una vida de semi - nomadismo, dedicados a la crianza de animales (ganadería). Distribuidos en distintas tribus. Pero un factor determinante cambiaria la vida de los árabes, que lograría convertirse en un gran imperio abarcando y uniendo oriente y occidente.







LIMITES :

Sur : Océano Indico
Este : Golfo Pérsico
Oeste :  Mar Rojo




PRINCIPIOS REIGIOSOS DEL ISLAM



1) El credo o la Declaración de la Fe, que dice así.
Doy testimonio de que no hay más divinidad que un solo Dios y que Mohammad es su siervo y mensajero. La misión apostólica de Mohammad (¡que Dios lo bendiga y que lo mantenga en Su santa paz!) convida a los musulmanes a que sigan la vida ejemplar del profeta en todos los sentidos.

2) El Islam ordena cinco oraciones al día como obligación a Dios.

Se debe rezar cinco veces al día como obligación personal hacia a Dios. Nos ofrece una manera de darle fuerza y vida a nuestra creencia en Dios Único, inspira una moralidad superior en el creyente, le purifica el corazón y suprime las inclinaciones indecentes y dañinas.
3) El Islam ordena el Ayuno durante el mes de Ramadán
Se practica el ayuno durante el santo mes de Ramadán, que es el noveno mes del calendario lunar Islámico. Durante este mes se abstiene de comer y de beber desde el amanecer hasta el anochece (la puesta del sol). También se abstiene de malas intenciones y malos deseos, incluso pleitos. El Ayuno le enseña al hombre el amor, la sinceridad y la devoción; le cultiva una conciencia pura y firme al mismo tiempo le cultiva la paciencia, generosidad, disciplina y fuerza de voluntad (el musulmán no toma bebidas embriagantes ni come puerco).

4) El Zakat o tributo

El Islam ordena que un musulmán dé anualmente el 2.5% de su ingreso neto como caridad obligatoria para ser distribuido entre la gente pobre y las comunidades necesitadas.

5) La Peregrinación a la Kaba en Mec`ca (Arabia Saudita)

Se debe efectuar aunque sea una sola vez en la vida, la Peregrinación a la Kaba en Mec`ca, a condición de que se tengan los medios económicos disponibles para hacer el viaje.

ECONOMIA EN EL ISLAM

 Al igual que en otras civilizaciones medievales, la base de la economía de los pueblos árabes era la agricultura y la ganadería. Los árabes mejoraron los sistemas de regadíos, introdujeron en el mediterráneo cultivos desconocidos hasta entonces procedentes de países exóticos, como el arroz, la naranja o el algodón.
El rasgo más significativo del mundo islámico era que en sus territorios no se había producido el abandono de las ciudades que acompañó la descomposición del Imperio romano en Occidente. Por eso el comercio y la artesanía, ligados al mundo urbano, seguían siendo muy importantes.
Las rutas comerciales árabes atravesaban desiertos y mares, y abarcaban desde la Península Ibérica hasta los puertos de China. Los mercaderes importaban materias primas, especias (el azafrán, la canela, el tomillo y el romero…) y esclavos y exportaban sobre todo productos manufacturados.

Hasta que los portugueses encontraron una ruta alternativa hasta la India, en el siglo XV, los árabes se beneficiaron de ese papel de intermediarios entre Oriente y Occidente.
Para que funcionase este comercio era necesario un sistema monetario. Las monedas de oro y plata acuñadas por los califas de Bagdad o Córdoba Dirham se usaban en todo el Mediterráneo.
En las ciudades había además una importante industria artesanal, la habilidad de los artesanos musulmanes convertía sus productos de orfebrería, cuero, papel o alfarería en los más apreciados.


ORGANIZACION  POLITICA


Los nuevos territorios conquistados se van a organizar en función de la ley coránica, por ellos el lider de la comunidad de creyentes es el CALIFA, que une el poder político y el poder religioso en su persona. Sin embargo, gobernar un territorio tan extenso es complicado para una sola persona, por lo que el califa tiene consejeros o ministros (visires) que le ayudan en diversos aspectos como la Economía, el Ejército, etc. 



Además, el territorio se dividió en provincias, cada una de ellas con un gobernador llamado valí o emir. Por eso, estas provincias reciben el nombre de emirato. La justicia también era aplicada por funcionarios, los cadíes, que tienen que aplicar la ley conforme al Corán. En caso de duda, se preguntaba al ulema, que son los estudiosos del Corán y de la tradición islámica. Como en el imperio no sólo viven musulmanes, cuando había un conflicto con personas de otra religión se aplica siempre la ley islámica. 



En esta época, como ves, la religión determina muchos aspectos de la vida cotidiana y también del grupo social al que se pertenece, al igual que sucede en el mundo cristiano medieval. Es por eso que a la hora de explicar la sociedad el factor más importante es la religión que se profesa y que limita el acceso a determinados puestos de la administración (lo que provocará revueltas entre los grupos de musulmanes menos favorecidos), así como la obligación de pagar más o menos impuestos.
(TERRITORIO SOCIALES )


LOS CALIFATOS     (EXPANSION DEL ISLAMISMO)


Mahoma no dejó herederos varones que le sucedieran en el poder, situación que generó una crisis política que solo pudo ser resuelta con la elección de Abu-Bekr, suegro del profeta y encargado de dirigir la oración como primer califa (título de los príncipes sarracenos sucesores de Mahoma). Antes de morir, Abu Bekr designó a Omar ibn al-Jattab, quien fue asesinado diez años más tarde.Le sucedió Otmán ibn Affan de la familia omeya, que ocupó el poder hasta el año 656, cuando también murió asesinado.
Finalmente, Alí ibn Abu Talib, yerno de Mahoma, asumió el califato. Con los primeros cuatro califas, denominados legítimos u ortodoxos, la religión islámica inició su expansión y, como ya dijimos, las regiones de Siria, Persia y Egipto fueron las primeras en ser conquistadas.
A la muerte de Alí, el Islam se dividió. La familia omeya se impuso en el califato de Damasco, pero no fue reconocida por los chiítas (sectarios), quienes, en 750, obtuvieron el califato para los descendientes de Alí pertenecientes a la familia abasí, que gobernaron desde la ciudad de Bagdad.
Los califatos que se organizaron durante la expansión musulmana fueron los siguientes:


Califato Omeya
Se extendió entre los años 661 y 750. Durante este califato se trasladó la capital islámica desde Medina a Damasco, creándose una realeza árabe. Se introdujo el principio de que cada califa, antes de fallecer, debía nombrar a su hijo como heredero.
El sistema administrativo y fiscal que se instauró ayudó a incrementar las riquezas del imperio mediante el cobro de mayores impuestos a los súbditos no musulmanes de los territorios anexados. Esta dinastía no estuvo exenta de inconvenientes, pero así y todo logró crear los cimientos de la civilización musulmana, que derivó en un gran desarrollo de las ciencias jurídicas y teológicas.
Bajo el califato Omeya el imperio musulmán alcanzó su máxima extensión.


Califato Abasida
Cuando asumió este califato, la capital del imperio musulmán se trasladó a Irak, específicamente a Bagdad. Los abasidas, que eran descendientes de Abas, tío de Mahoma, se convirtieron en los restauradores de la tradición musulmana, que supuestamente había sido traicionada por los omeyas. La época de mayor desarrollo de esta dinastía correspondió al período de Harún al Rashid, cuando Bagdad se convirtió en el centro de una intensa actividad cultural que influyó en el desarrollo de la civilización cortesana y urbana del Islam. Asimismo, fue una época de gran prosperidad intelectual y comercial.
Luego de la muerte de Harún al Rashid, ocurrida en el año 809, intereses personales provocaron el fraccionamiento del Islam en principados autónomos que aceleraron la división del poder abasida. Fue así como en 929 el emirato andalusí se convirtió en califato independiente, y los reinos del Magreb se hicieron prácticamente autónomos. En este mismo período, cada una de las familias del Islam creó un reino. De esta manera el califato Omeya se consolidó en Córdoba; los descendientes del califa Alí y su esposa Fátima (hija de Mahoma) se instalaron en Egipto. En Bagdad, en tanto, el imperio abasida se mantuvo hasta 945, cuando cayó bajo la dependencia del chiita Ahmad al-Buyí.


Califato Omeya de al-Andalus
Así se conoce la zona de ocupación musulmana en la Península Ibérica, que abarcó desde el siglo VIII hasta finales del XV y llegó a comprender gran parte del actual territorio español. Entre los años 756 al 929 se sucedieron ocho emires, hasta que Abderrahman III decidió fundar un califato y declararse Emir al-Muminin (príncipe de los creyentes), lo cual le otorgaba, además del poder terrenal, el poder espiritual sobre la umma o comunidad de los creyentes.
Este califa y su sucesor al-Hakam II, supieron favorecer la integración cultural entre bereberes, árabes, hispanos y judíos. Igualmente, tranquilizaron a la población, pactaron con los cristianos, construyeron y ampliaron numerosos edificios, entre ellos la Mezquita de Córdoba, y mantuvieron contactos comerciales con Bagdad, Francia, Túnez, Marruecos, Bizancio, Italia y hasta con Alemania. Pero no todos los sucesores siguieron las normas de estos destacados califas y en el año 1031 se abolió el califato.
Más tarde, la división se hizo presente en al-Andalus, pues todas las grandes familias árabes, bereberes y muladíes quisieron tomar el poder; surgieron entonces en distintos lugares los taifas, que se erigieron como dueños de los principales reinos musulmanes. Esta división solo precipitó el inicio del fin de al-Andalus, cuando los cristianos se organizaron para combatir a los musulmanes.
La primera gran victoria sobre el Islam peninsular la protagonizó Alfonso VI cuando, en 1085, se apoderó de la importante ciudad de Toledo. Entre tanto, a finales del siglo XI, en el Magreb occidental (hoy Marruecos), surgió un nuevo movimiento político y religioso que fundó la dinastía almorávide.
Los almorávides lograron formar un imperio que abarcaba el norte de África y al-Andalus; además de conseguir la desaparición de los primeros taifas. Tras el hundimiento del poder almorávide, a mediados del siglo XII, surgieron los segundos taifas. Su efímera existencia terminó con la invasión almohade, una dinastía musulmana bereber, en 1157.
La derrota almohade en la batalla de Navas de Tolosa en 1212, favoreció la aparición de los terceros taifas, pero de ellos solo sobrevivió el reino nazarí, cuyo rey Boabdil Abu Abd Allah capituló en 1492 ante los Reyes Católicos, devolviéndoles Granada. Finalmente, en el año 1610 tuvieron lugar las últimas expulsiones masivas de moros y judíos.

 ARQUITECTURA ISLAMICA

 La arquitectura islámica es un síntesis de elementos bizantinos, cristianos, coptos, etc. La carencia, en un principio de un estilo propio, hace que se dejen influir intensamente por los estilos de los pueblos conquistados. La amplitud geográfica del imperio explicará la variedad de formas y soluciones que ellos acabarán sistematizando y universalizando.
Podemos destacar los siguientes rasgos:

 Þ La altura de los edificios suele ser escasa, siendo una constante la armonía e integración del edificio en el paisaje circundante. Los orígenes geográficos del islam y el sentido religioso de su arte condicionan este factor: el desierto impone la horizontalidad y el primitivo nomadismo de los beduinos árabes, la preferencia por edificios de escasa envergadura (jaimas que se montan y transportan con suma facilidad).

 Þ El edificio más importante es la mezquita, centro de reunión y oración de la comunidad de creyentes (Umma). También se construyen palacios, mausoleos, medersas, etc.

 Þ Los materiales que se usan con mayor frecuencia son el ladrillo o el mampuesto, el yeso, la madera y, en menor medida, la piedra por sus mayores exigencias técnicas y constructivas.

 Þ La arquitectura no muestra un gran interés por los problemas constructivos; los edificios suelen inscribirse en volúmenes cúbicos en los que destacan las semiesferas de sus cúpulas y las altas torres o minaretes de sus mezquitas.

 Þ la columna y el pilar mantienen su función como soporte, pero dada la ligereza de las techumbres de madera, generalmente son delgadas.

 Þ Utilizan una gran variedad de cubiertas abovedadas: cúpulas, bóvedas de crucería, gallonadas, caladas, etc.

 Þ Del arte visigótico español toman el arco de herradura que, más tarde, se extenderá por todo el mundo islámico. Otras variedades con un marcado carácter decorativo son: arcos polilobulados, de herradura apuntados, etc. También es característica la dicromía de las dovelas.

 Þ Destaca su profundo gusto por la decoración interior que, con frecuencia, no se talla en la piedra misma, sino en placas de piedra de escaso grosor o de yeso, que se aplican después sobre el muro. El gusto por la policromía hace que las formas decorativas de los tableros de yeso se realcen con vivos colores y que se conceda un papel muy importante a la cerámica vidriada. La madera es también un elemento valioso, enriquecida con temas menudos y delicados.

 Þ La decoración musulmana es de tipo anicónica y antinaturalista. Salvo en algunas escuelas, se excluyen los temas animados (antropomórficos y zoomórficos), reduciéndose a los de carácter vegetal (ataurique) y geométrico (lacería). Predomina, pues, el aniconismo y la abstracción. La decoración de tipo vegetal se denomina ataurique; la de carácter geométrico, de lazo o lacería; la de caligrafía, cúfica o nasjí. El arabesco pasa por ser la máxima expresión de la calidad abstracta de la decoración musulmana.

 Þ La decoración islámica, contra el efecto de fantasía desbordante que sus temas menudos y numerosos producen en un primer momento, es hija del placer por la reiteración, y no de un deseo de variedad. Se trata de series que se repiten una y otra vez (como las suras del Corán) creando una sensación de infinitud.
 
CULTURA EN EL ISLAM 

La cultura musulmana es muy rica, pues constituye el puente entre la cultura clásica y la medieval. Partieron de los conocimientos científicos y filosóficos griegos, los tradujeron a su lengua y constituyeron bibliotecas para difundirlos.
La lengua árabe fue el vehículo de comunicación del Imperio y perdura todavía hoy en la mayoría de los territorios que lo componían.
Crearon escuelas (madraza) estaban presentes en las ciudades para enseñar a leer tomando como base el Corán, de forma que educación y religión quedan íntimamente unidas.
La producción literaria musulmana fue muy importante, tanto en poesía (épica y lírica, de temática amorosa o religiosa) como en narrativa donde puede destacarse la colección de historias, muchas de ellas procedentes de la tradición oral antigua, recopiladas en Las mil y una noches, donde Sherezade cuenta al sultán esas historias de todos conocidas: Aladino, Simbad, Alí Babá y los cuarenta ladrones?
Sus tratados de historia o geografía nos han permitido conocer más esta cultura.
Su sistema de numeración decimal sustituyó a otros, como el romano, y ha llegado a nuestros días, junto con otros conceptos matemáticos como el 0, para expresar la ausencia de cantidad y el álgebra.
También desarrollaron la medicina, tanto curativa como preventiva y los hospitales.
Algunos de los personajes ilustres de su cultura, como el cordobés Averroes o el persa Avicena eran auténticos humanistas que se ocupaban de la filosofía (Averroes fue el trasmisor de la filosofía aristotélica), la medicina, las matemáticas o la astrología
 
 

 











                                                   


 
 
 
ELEMENTOS DECORATIVOS LACERÍA ATAURIQUE CALIGRAFÍA
 
 


































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